jueves, 5 de febrero de 2015

Los inicios y los finales juegan a repetirse

En la universidad a los plumillas nos instauran en la cabeza la doctrina de las cinco w. Cuando salimos a la calle nos sentimos desconcertados pero realmente poderosos. Tenemos los ingredientes indispensables para generar una buena tormenta de ideas. En el fondo, una hoja en blanco no es más que una especie de cazuela vacía a la que hay que ir introduciendo a base de mimos las sustancias necesarias para que el resultado final sea un buen cocido. Pero no basta con meter los ingredientes si no que también hay que calcular los tiempos y acercar la nariz de vez en cuando para olisquear y comprobar la esencia. Para mi, en eso consiste mi profesión.  Somos perros guardianes las veinticuatro horas del día. Es en la calle donde realmente encontraremos las verdaderas historias. Ahí fuera nos están esperando a diario las respuestas a las 5 famosas w pero tenemos que ordenar toda esa información de una forma lógica, fijando bien los cimientos. Una vez recopilado todo ese material, tenemos que  manejarlo con cariño y cortesía. Debemos tratarle de usted dado que lo que poseemos tiene una vital importancia.

¨Los inicios y los finales juegan a repetirse¨  Tal día como hoy inauguraba un blog del mismo estilo que éste. Tenía un titulo bastante más cursi y sentía un pánico abrumador al enfrentarme a una hoja en blanco. Desconocía el pantano al que iba a sumergirme. Recuerdo que estaba en el último año del instituto y comenzaba por aquel entonces a despuntar las redes sociales. Una profesora tuvo la genial idea de mandarnos realizar como trabajo de la asignatura nuestro blog personal. Lo veía como una auténtica pantomima. De aquella se llevaba el messenger, el Tuenti e incluso el Fotolog y hasta solíamos escribíamos alguna que otra carta. Nuestra máxima preocupación era tener saldo en el teléfono para poder relacionarnos con nuestro entorno. Otro cantar eran nuestros secretos más personales. Esos pequeños pensamientos enmudecidos e inconfesables eran la mayoría plasmados en diarios cerrados a cal y canto. Con lo cual, no comprendía para qué quería una página web teniendo dichas alternativas. Desde ese día comprendí lo mucho que estaba cambiando todo

Se comenta que al papel le quedan dos telediarios. Las nuevas tecnologías están configurando y apoderándose de todos los menesteres de nuestra vida. Nos movemos por caracteres y emoticonos. Nos encontramos en la era del hielo, un mundo en el que se ha perdido por completo la naturaleza de la comunicación humana. Cafeterías con wifi y hasta hace poco, hasta salas apartadas para fumadores. Mesas vacías de cash pero llenas de aparatos tecnológicos. Voces enmudecidas y ojos pendientes de una pantalla que se ilumina. Irritabilidad cuando una batería llega al 10%. Todo avanza exageradamente rápido y yo necesito de vez en cuando hacer un alto en el camino con el fin de poder respirar y reflexionar sobre todos estos cambios que configuran la esfera social. Los inicios y los finales nunca han sido fáciles pero con cariño y respeto cualquier hoja en blanco puede brillar más que una simple pantalla plagada de abreviaturas y emoticonos.  Con esta reflexión, arranca Pluma Gallada. Mi rincón particular de pensamientos en alto y de reflexiones sin límites de caracteres.